jueves, 7 de febrero de 2008

Experto en negociación salarial: Una competencia clave

Se puede ser un profesional técnicamente muy competente en su terreno, un manager incomparable, pero para tener éxito en su carrera, es vital adquirir, en paralelo, otra competencia. Un valor añadido que le valdrá el reconocimiento de la gente más cercana y la admiración (o los celos) de sus colegas. Le valdrá además, el respeto de su superiores jerárquicos. Y el, tan reconfortante, de su banquero. Este especial talento, es el arte de negociar su remuneración. Un deporte que se aprende antes de buscar su primer empleo y que se practica hasta la edad de la jubilación.

Todos los expertos de esta disciplina lo afirman. Para jugar en el mejor nivel , hay que ser virtuoso en dos artes complementarias: el sentido de la investigación y del comercio aunados.
En primer lugar se trata de realizar una valoración objetiva y realista de su propio trabajo sin sobrevaluarlo o infravalorarlo. Por ello uno de los factores claves consiste en conocer los salarios en uso en su sector, en la empresa donde postula y hasta en la posición a cubrir.
¿Cómo hacerlo? En cuanto al sector es relativamente fácil, la búsqueda se tiene que centrar en sitios internet, convenio colectivo, sindicato profesional, asociaciones de antiguos alumnos de su escuela o prensa profesional: sondeando estas fuentes encontrará fácilmente estudios sobre las remuneraciones de su sector.
Conocer la política salarial de una compañía resulta más complicado ya que las empresas que preconizan y practican la transparencia salarial no son muchas.

Salvo algunas sociedades que practican el culto a la transparencia y desvelan sin ningún complejo su política retributiva con los diferentes niveles salariales por categoría profesional, la inmensa mayoría de ellas trabajan mejor en la opacidad.

¿ Será necesario casarse con el/la directora de RRHH para poder acceder a esta información? Si no estuviera disponible , otra solución podría consistir en intentar conseguir esta información con personas externas a la empresa pero con cierto grado de vinculación como por ejemplo , Antiguos empleados, competidores, proveedores, portales de networking virtualesetc... . Para esta tarea puede contar exclusivamente con su red profesional y de amigos.

Aunque tanto las informaciones de unos como de otros pueden no estar actualizadas, le servirán por lo menos de indicador para formarse una primera idea. Una vez establecida la franja salarial , hay que realizar un ajuste en función de varios criterios como podrían ser su nivel jerárquico, su antigüedad, su experiencia, sus estudios, su edad, etc.

Un cálculo de doble filo ya que requiere una introversión realista y profunda de sus competencias reales pero también de sus debilidades y áreas de mejora. Es una de las razones por las cuales un cierto número de personas hacen un balance erróneo subestimándose o sobreestimándose.

Defectos que se encuentran en su vida corriente y que, forzosamente se reflejan sobre la auto evaluación muy aproximada que realizan en términos de remuneración.

Este paso es obligatorio para poder atacar la siguiente fase: la negociación.

Evidentemente se negocia en el momento de la contratación y tiene más importancia de lo que parece ya que a veces puede marcar toda una trayectoria. Sin embargo a lo largo de una trayectoria se suelen presentar más ocasiones para plantear este tipo de cambios.

Las evaluaciones de desempeño anuales, los proyectos cerrados con éxito, el alcanzar los objetivos anuales (y sobre todo sobrepasados) son buenas ocasiones para pedir un aumento.

A condición de haber negociado bien en el momento de su contratación. Es un punto vital que puede condicionar toda una carrera. Porque un salario infra valorado al principio es muy difícil de recuperar más tarde. Más aun cuando su imagen de mal negociador le precederá en el momento de cada nueva petición de aumento. Un handicap, aunque sea un experto en su oficio y un gerente incomparable.

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