martes, 11 de noviembre de 2008

EL OUTPLACEMENT FEMENINO O LA CONCILIACIÓN FAMILIAR.

Las empresas de outplacement damos un servicio de tutela profesional con el que ayudamos a las empresas y a los profesionales en los procesos de cambio organizativos que afectan a personas. Pero, ¿estos profesionales, mujer u hombre, tienen realidades diferentes a la hora de recolocarse de forma rápida y exitosa?



La conciliación familiar es una realidad que nos preocupa a todos, pero afecta directamente y con mayor peso a las mujeres, y esto nos exige un enfoque, una perspectiva diferente a la hora de trabajar con las candidatas.

Por ello, hablaremos de outplacement y conciliación familiar, con la oportuna siguiente reflexión: ¿debemos las empresas de outplacement entrar en temas de conciliación familiar?


La conciliación familiar es una realidad evidente que nos preocupa y afecta a todos, empresas, padres y madres trabajadores. Los profesionales de los procesos de outplacement tenemos el convencimiento personal de que en nuestro trabajo diario existe un único objetivo: tutelar a la persona en un proceso de cambio tan importante e impactante como un despido, con las consecuencias que esto conlleva: ¿Qué va a ser de mí como profesional? ¿Cómo voy a mantener económicamente a mi familia? ¿Cómo lo voy a decir? ¿Qué van a pensar de mí? ¿Y ahora, qué voy hacer? Pero en dicha tutela, no podemos hacer distinciones entre hombre o mujer.

Qué maravilloso es que un profesional desde cualquier ámbito laboral y sectorial no se plantee distinciones de género porque a nivel interno no existan distinciones para él.

Desde nuestra perspectiva, hay una realidad que como profesionales del mundo del outplacement venimos constatando: la mujer tiene un techo de cristal que debe romper si quiere acceder al mundo laboral y además trae en su propia mochila personal su propio techo de cemento, no menos real e inmovilizador, que debe superar.

Esta es una realidad con la que nos encontramos cuando trabajamos con mujeres y su balance profesional. Nosotros, como consultores de outplacement, debemos no olvidar ésta realidad y comprometernos a participar, en alguna medida, en la ruptura de estos “techos” o limitaciones, facilitando así un encuentro exitoso entre nuestra candidata y la empresa.

No olvidemos que nuestra misión es asegurar la recolocación de la forma más rápida posible y exitosa. Por tanto, somos una compañía sándwich. Tenemos dos clientes, dos realidades que satisfacer: a nuestras candidatas, y a las empresas que buscan cubrir un puesto, y no podemos eludir el ver, en el caso de las mujeres, las realidades que ellas traen, precisamente y en gran medida, por la problemática de la conciliación de su vida familiar; conciliación que debería ser “conciliada” tanto por hombre como por mujer, pero que el peso de la historia ha hecho que socialmente se atribuya en mayor medida a la mujer.

Como compañía de outplacement somos un facilitador para que una candidata con gran valor profesional no pierda, si así lo desea, un buen desarrollo profesional por enfrentarse a la dicotomía “mi familia o mi trabajo”.

Debemos ayudarlas a encontrar su equilibrio. Equilibrio que no está en contradicción con los intereses de la empresa. Deseamos trasladar el mensaje de que la flexibilidad que buscan estas mujeres profesionales no va en detrimento de la rentabilidad empresarial.

En definitiva, además de ser facilitadores de este cambio empresarial, debemos tutelar a nuestras candidatas en la búsqueda de Empresas Familiarmente Responsables.


Belén Prendes
Consultora Senior

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